La resiliencia, es la capacidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos ante las dificultades.
Es una de las características más apreciadas en nuestra personalidad.
Refleja la fortaleza y el equilibrio emocional que tienen las personas que la poseen.
Puedes salir airoso de un problema y controlar de manera exitosa todos los miedos y tristezas que puedan conllevar una situación difícil. Por lo que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier individuo puede aprender y desarrollar.
El artículo de hoy tiene el propósito de ayudarnos a tomar nuestro propio camino hacia la resiliencia.
En él encontraréis información sobre la resiliencia y algunos factores que afectan a muchas personas a enfrentar sus problemas, enfocándose gran parte en el desarrollo y el uso de una estrategia personal para mejorar la resiliencia.
¿Qué entendemos por resiliencia?
La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras.
Significa “rebotar” de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte.
Por lo tanto,la resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas , las amenazas o el estrés severo.
Ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. La muerte de un ser querido, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo, problemas financiero serios, etc…, son sucesos que tienen un gran impacto en las personas, produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional.
Aún así, muchas personas logran, por lo general, sobreponerse a estos sucesos y adaptarse bien a lo largo del tiempo.
El camino que lleva a la resiliencia no es un camino fácil, sino que implica un considerable estrés y malestar emocional. A pesar de ello muchas personas sacan la fuerza que les permite seguir con sus vidas frente la adversidad o la tragedia. Y os preguntaréis;
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¿Cómo lo hacen?
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¿Cómo contraponen algunas personas los eventos difíciles que cambian su vida?
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¿Cómo reacciona una persona ante eventos traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil, un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas?
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¿Qué les permite adaptarse?
Es importante haber desarrollado resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar la adversidad. Ésta se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que compromete a las personas a tomar una serie de pasos.
Rasgos de las personas resilientes
Las personas resilientes poseen tres cualidad principales:
– Saben aceptar la realidad tal y como es.
-Tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido.
-Tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.
Presentan las siguientes habilidades:
Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.
Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden permanecer centrados en situaciones de crisis.
Saben controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.
Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen una visión positiva del futuro y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías.
Se consideran cualificados y confían en sus propias capacidades.
Son empáticos . Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas.
Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas.
¿Cuál es el modo de pensar de las personas resilientes?
Las percepciones y los pensamientos influyen en el modo como cada persona afronta el estrés y la adversidad.
El estilo de pensamiento de las personas resilientes se caracteriza por:
ser realista,
exacto y
flexible.
Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las confirmen) e interpretan la realidad de un modo más exacto que las personas menos resilientes.
Los beneficios de la resiliencia
Las personas más resilientes:
Tienen una mejor autoimagen
Se critican menos a sí mismas
Son más optimistas
Afrontan los retos
Son más sanas físicamente
Tienen más éxito en el trabajo o estudios
Están más satisfechas con sus relaciones
Están menos predispuestas a la depresión
¿Qué contribuye a que una persona sea más resiliente?
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El apoyo emocional es uno de los factores principales. Tener en tu vida personas que te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si estás solo.
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Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu mente en alguna distracción.
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No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas.
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Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y cuándo debes parar.
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Confiar tanto en ti mismo como en los demás.
Enseñar resiliencia a los niños ayuda combatir futuros problemas
Según explicaba el psicólogo Martin Seligman de la American Psychological Association,en una de sus conferencias, en los últimos 50 años los estadounidenses han mejorado su nivel de vida, pero los niveles de satisfacción y propósito en la vida no han aumentado, sino disminuido. “Esto ha sido especialmente perjudicial para los niños. Casi el 20% de los jóvenes experimenta depresión”.
Estos efectos pueden continuar hasta la edad adulta causando diversos problemas, como insatisfacción laboral, muerte precoz, problemas de salud, relaciones insatisfactorias y mayores niveles de depresión.
Sin embargo, Seligman explicó que enseñar a los niños a ser más resilientes, a tener una sensación de propósito en la escuela y a experimentar más emociones positivas, puede protegerlos de la depresión, aumentar su satisfacción en la vida y mejorar su potencial de aprendizaje.
Se crearon dos programas destinados a enseñar estas habilidades en los colegios: el Penn Resiliency Program (PRP) y el Positive Psychology program (PPP).
El PRP tenía como objetivo enseñar a los adolescentes a manejar los estresores y problemas diarios comunes entre ellos. Este programa promoviendo el optimismo ayudándoles a pensar de manera más realista y flexible y les enseña habilidades de resolución de problemas, toma de decisiones, técnicas de relajación y cómo ser más asertivos.
Seligman y su equipo encontraron que aumentaba el optimismo y reducía los síntomas depresivos, la desesperanza y los niveles de ansiedad.
El segundo programa, PPP, estaba destinado a que los estudiantes identificaran sus fortalezas de carácter (amabilidad, coraje, perseverancia, etc.) y las incorporaran en la vida diaria. Los estudiantes que participaron en este programa sentían mayor satisfacción e implicación en clase, eran más curiosos sobre lo que estaban haciendo, les gustaba aprender y eran más creativos. Además, sus familias los consideraban más asertivos y empáticos, con más auto-control y con un mayor deseo de cooperar que los chicos que no participaron en el programa.
Es importante empezar a enseñar a los niños a ser más resilientes en los años escolares, para inculcarles el pensamiento positivo y la resiliencia de manera que puedan servirles para afrontar retos futuros.
Algunas preguntas que te pueden ayudar
Enfocarte en las experiencias y en tus fuentes de fortaleza personal del pasado, te puede ayudar a identificar las estrategias para desarrollar resiliencia que mejor funcionan para ti. Explora las respuestas a las siguientes preguntas sobre ti mismo y tus reacciones a los retos en tu vida. Este ejercicio te puede ayudar a descubrir cómo responder efectivamente a eventos difíciles.
Considera lo siguiente:
¿Qué tipos de eventos te han resultado más difíciles?
¿Cómo te han afectado dichos eventos?
¿Cuándo te encuentras estresado, te ha sido de ayuda pensar en las personas importantes en su vida?
¿Cuándo te enfrentas a una experiencia difícil, a quién has acudido para que te ayude?
¿Qué has aprendido sobre ti mismo y tus interacciones con los demás durante momentos difíciles?
¿Te ha ayudado ofrecer apoyo a otras personas que están pasando por una experiencia similar?
¿Has podido superar los obstáculos, y si es así, cómo?
¿Qué te ha ayudado a sentirse más esperanzado sobre el futuro?
Cuando buscar ayuda
Obtener ayuda cuando se necesita es crucial para construir resiliencia. Más allá de la familia y amistades, podemos encontrar ayuda:
Utilizando nuestros propios recursos, como grupos de auto ayuda y apoyo, al compartir información, ideas y emociones, muchas personas que participan en este tipo de grupos pueden ayudarse a sí mismos y encontrar apoyo al reconocer que no se encuentran solas ante esa difícil situación y pueden ser suficientes para construir resiliencia.
Sin embargo, en algunas ocasiones una persona puede no avanzar o tener dificultades para progresar en el camino de la resiliencia.
El Coaching acompaña a la persona ayudándole a desarrollar una estrategia apropiada y personalizada para salir adelante.
Es importante que obtengas ayuda profesional si sientes que no puedes funcionar o desarrollar las actividades básicas de la vida diaria, como resultado de vivir una experiencia postraumática o estresante.
Cada persona tiende a sentirse cómoda con diferentes estilos de interacción. Una persona puede sentirse bien y establecer una relación de afinidad y empatía al trabajar con un profesional o participar en un grupo de apoyo.
Resumiendo los puntos principales, la resiliencia es algo parecido a tomar un viaje río abajo en una balsa.
En un río, puede encontrar rápidos, virajes, aguas lentas y áreas poco profundas. Como en la vida, los cambios que experimenta en el camino le afectan de forma diferente.
Viajar por el río, le ayuda el conocerlo y recordar las experiencias pasadas que ha tenido con él. Su viaje debe ser guiado por un plan, una estrategia que considere funciona para usted.
La perseverancia y la confianza en tu capacidad para evitar los peñones y otros obstáculos son importantes. Puedes ganar valor y perspicacia al navegar con éxito en las aguas embravecidas. Las personas en quienes confías y te acompañan en el viaje, pueden especialmente ayudarte a enfrentarte a los rápidos, las corrientes y otras dificultades del río.
Puedes bajarte de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar tu viaje debes remontar la balsa y continuar.
Ya sabes que puedes contar conmigo en Paloma@motivandomentes.com para acompañarte en tu viaje. El trabajo en equipo es más efectivo y divertido ^_^.
Con cariño,
Paloma López Martínez
Life Coach y Mentora Motivadora de Mentes
Gracias a los compañeros de la American Psychological Association por su la contribución y a :
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Lillian Comas-Díaz, Ph.D., Directora, Transcultural Mental Health Institute (Instituto Transcultural de Salud Mental), Washington, D.C.
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Suniya S. Luther, Ph.D., Teachers College, Columbia University, New York City, NY
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Salvatore R. Maddi, Ph.D., The Hardiness Institute, Inc., Universidad de California Irvine, Newport Beach, CA
Por su amable trato y cambio de impresiones. Gracias.