¿Has vivido en algún momento de tu vida de alguna de éstas situaciones o similares?
- ¿Te dejó tu pareja y sigues llorando después de 6 meses?
- ¿Te has arrepentido alguna vez de haber perdido una buena oportunidad?
- ¿Te irrita esa manía de tu pareja, tu jefe o tu padre…?
- ¿Te gustaría ser más alta, o tener menos caderas…?
“la felicidad solo puede existir en la aceptación”.
George Orwell
De nuevo me gustaría empezar con este cuento que es muy útil para entender de una forma práctica y sencilla en qué consiste aceptar:
Con frecuencia algunos discípulos de Buda se lamentaban de que había acontecimientos o hechos que no podían modificarse. En ocasiones incluso se esforzaban por cambiar situaciones inevitables, y luego, al no conseguirlo, se quejaban de que así hubiera sido.
Buda soportaba pacientemente las quejas y los lamentos de estos discípulos que se desanimaban por no poder cambiar ciertas circunstancias y eventos.
Un día reunió a todos los que así procedían y les dijo:
– Es de sabios aceptar lo inevitable; es de sabios modificar lo que pueda para bien ser cambiado; es de sabios saber qué se debe aceptar y qué se puede modificar.
Después de unos momentos de pausa, agregó:
– Quiero que vayáis al estanque más cercano y hagáis lo siguiente: llevad con vosotros una roca y un bidón de aceite. Arrojad la roca al lago y echad una buena cantidad de aceite. Regresad después y contadme lo sucedido.
Los discípulos siguieron las instrucciones de Buda. Llegaron hasta el estanque y a sus aguas arrojaron la roca y una buena cantidad de aceite. Estuvieron observando unos instantes lo sucedido y regresaron junto Buda, que les preguntó:
-¿Qué ha sucedido?
Uno de los discípulos habló por todos:
-Hemos comprobado que la roca se ha hundido y la mancha de aceite ha flotado.
Y el maestro les dijo:
-Pues aunque consumierais toda vuestra existencia sentados a la orilla del estanque anhelando que la roca flotase y la mancha de aceite se hundiese, no lo conseguiríais. Simplemente, es la ley de los hechos incontrovertibles.
Pues como el aceite y la roca, no puedes cambiar tu altura o tus caderas, ni la manía de tu pareja, ni vas a recuperar esa oportunidad que has perdido.
Quédate con esta frase del cuento: es de sabios saber qué se debe aceptar y qué se puede modificar. Según esto, todo aquello que no puedas modificar, debes aceptarlo.
¿Qué lo más importante que debes saber para aprender a aceptar?.
A continuación detallo varias cosas que no vas a poder cambiar, independientemente de la energía que emplees en intentarlo:
Cosas no puedes modificar o cambiar
- Los sucesos que se producen como consecuencia de las leyes físicas o de la naturaleza: el paso del tiempo, la meteorología… Por ejemplo, que el día que llueva el día de tu boda, por mucho que te enfade o fastidie, si no decides aceptarlo, harás de ese hecho inevitable, algo que teñirá negativamente el que se supone ha de ser un día mágico.
- El PASADO, y todo lo que eso significa: tus errores, los errores de otras personas, los infortunios, las pérdidas… Cuanto antes aprendas que aquello pasó, conseguirás dejarlo atrás, y con ello todos los sentimientos negativos que a esos eventos están asociados.
- Las PERSONAS: por mucho que quieras no conseguirás cambiar a nadie, y hasta que eso no suceda, debes de aceptar cómo es y cómo se comporta esa persona.
- El ENTORNO: gobierno, tráfico, ciudad… no puedes cambiarlo, pero sí puedes cambiar tu actitud ante esas circunstancias. Si eres de los que se amargan la vida por este tipo de cosas, aprende a aceptar que no puedes cambiarlas por ti mismo, y segundo cambia tu actitud hacia ello.
- Aspectos esenciales de ti misma/o y tu realidad: tu edad, tu fisionomía. Si eres calvo, y te pones un peluquín, no aceptas cómo eres, simplemente estás ocultando algo que te avergüenza. Aprende a aceptar cómo eres y tu vida estará mucho más equilibrada.
Dice Stephen Covey, que las personas proactivas son las que emplean su energía en aquello que tienen influencia.
Esto está muy relacionado con el hecho de aceptar: en la medida que aprendas a aceptar lo inevitable, serás capaz de emplear tu energía en aquellas cosas que sí puedes influir, y por tanto estarás mucho más tiempo en la acción que en la preocupación.
Viktor Frankl, en su cautiverio en los campos de concentración nazi, aprendió a aceptar aquello que no podía cambiar: “las circunstancias, la brutalidad de los guardias, etc..” y focalizó su energía en aquello que sí podía controlar: “su actitud ante esos eventos”.
¿Por qué es tan importante aprender a aceptar?
Porque no aceptar siempre produce emociones que de algún modo te harán pasarlo mal, como por ejemplo:
- El arrepentimiento o la culpa… son emociones relacionadas a cosas que has hecho o has dejado de hacer y que no puedes cambiar.
- La tristeza por haber perdido algo que no podrás recuperar ya. Permítete vivir tu tristeza, como parte del proceso de duelo, pero no te conviertas en una víctima, ya que será un lastre a la hora de continuar con tu vida.
- El rencor, el resentimiento… son emociones relacionadas a cosas que otros han hecho o hacen y que por tanto no puedes cambiar.
- La desesperación por querer que algo que no depende de ti suceda: como estar 2 años esperando a que tu entorno laboral mejore. Puedes aceptar que no es así (al menos por el momento) y decidir si quieres quedarte o marcharte.
- El rechazo, de cosas que te rodean y no te gustan (olores, suciedad, etc..)
Si no aprendes a aceptar ciertas cosas, te quedarás enganchado en estas emociones, y no podrás avanzar en tu desarrollo personal.
Aceptar no es conformarse
Aceptar no significa que te tenga que gustar aquello que aceptas: significa que entiendes que no está en tu mano cambiarlo, no te PRE-OCUPES, OCÚPATE por tanto tu energía y atención en aquellas cosas sobre las que sí tienes influencia. Conformarse es una actitud pasiva ante un evento que normalmente sí que puedes cambiar, si bien ese cambio traerá” asociadas unas consecuencias que se convierten en barreras para que pases a la acción.
Sin embargo, cuando te conformas, no aceptas eso que no te gusta. Por ejemplo, no te gusta tu trabajo, o ya no quieres a tu pareja, sin embargo conformas con esa circunstancia porque sientes que el cambio te cuesta más que continuar en esa situación. Las personas que se conforman, muy a menudo tienen un discurso de lamento, o del tipo: “esto es lo que me ha tocado, qué le voy a hacer”.
Conformarse es una actitud reactiva, mientras que Aceptar es una actitud madura y proactiva
Resumiendo…
Aprender a aceptar aquello que es inevitable, nos dejará energía libre para dedicarla a o avanzar en nuestra vida, en lugar de quedarnos enganchados en nuestras emociones
“Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia”. (San Francisco de Asis)
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Con Cariño,
Paloma
Life Coach y Mentora Motivadora de Mentes